-Bután ya es democrático, pero se muestra escéptico a Internet.
No podría ser de otra forma en un país en el que la televisión llegó hace sólo nueve años (Sí, leyeron bien). El reino himalayo de Bután acaba de constituirse en democracia, pero el gobierno teme que la libertad que ofrece la red pueda terminar convirtiéndose en maldición.
¿Cómo puede afectar Internet a una nación de 635.000 habitantes, la mitad de ellos con menos de 22 años?
Este año culmina en Bután un proceso de democratización iniciado en 2006 a instancias del rey Jigme Singye Wangchuk, quien acaba de entregar también la corona a su hijo Jigme Khesar Namgyel Wangchuk, de 28 años.
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